viernes, 13 de agosto de 2010

En el inicio...



Por donde empezar a contarles? Pienso, mientras sigo escribiendo como siempre confiando en que las manos sobre el teclado son más sabias sin una mente que las guíe...
Como empezar este cuento, este recorrido que también haremos juntos... Me pregunto y elaboro una respuesta que no escribo porque se esfuma en el instante mismo en que comienzo a recogerla.
Entonces decido que lo mejor es el principio, y el principio para mi fue la voz de Ingrid sonando que me mostró un camino a seguir. El principio es Nelly Omar desde lejos y con su alma argumentando un poco la historia. El principio es la voz de la Negra Albeniz mezclada con la del Negro Coria, jugando a entrelazarse entre el silencio. El principio es la bella bellísima imagen de Carlo y Raúl enlazados bailando.. y un brindis por Pierrot que se me estrella en la cara y me hace sonreir..

Les querría presentar la historia, la excusa maravillosa que nuestro autor ha colocado dentro nuestro para ahora estar como estamos, llenos de este universo de ANGEL Y MILONGUITA bailando, tomando, tangueando.... Querría, le juro que querría..
Querría ser muy buena contando, pero soy medio inútil en el hermoso arte de contar, y quiebro cuando busco las palabras exactas que no llegan.
Tal vez porque siempre me pasa lo mismo estoy acostumbrada... entonces como siempre elijo sensaciones no palabras: esa fracción de segundo donde dos miradas se tocan y conectan en la soledad, un tango sonando en un cuerpo, perros ladrando a lo lejos y el deseo que aletea sobre un hombre solo, a veces solo a veces..
Elijo una madrugada, un día gris, olor a alcohol y las ganas de tener ganas que le tiemblan a Angel en los ojos...
Elijo la risa contagiada de Milonguita al sonar de unos tambores candomberos tratando de que su Angel no asome al abismo...
El enlace de dos hombres, de un hombre, de una soledad, de una noche mientras los perros ladran a lo lejos..
La mirada de Raquel desde su papel escrito mil veces para ver si esta vez si llega a decir lo que desea....
Y la voz del Negro se me mete instantáneamente en las sensaciones que convoco y de pronto me encuentro como Angel temblando ante la duda, ante la imagen...

Creo que definitivamente no soy buena para los cuentos, que inevitablemente las sensaciones le ganan a mis argumentos y siento una vez más como me tiembla la historia dentro pujando por salir...
Ya les iré contando tal vez mejor (no lo creo) , por ahora les dejo solo mi imposibilidad y la fragancia en el aire de la música en la voz de Nelly Omar .

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